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Fármacos y obesidad. Saxenda

 

Según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, fármacos como Saxenda usados para perder peso, cuyo compuesto principal es la liraglutida, un principio activo agonista del GLP-1, una hormona peptídica de la familia de las icretinas similar al glucagón, que se libera en el intestino después de la ingesta de alimentos. Es un péptido que es similar en estructura al glucagón, pero no en función. Entre sus funciones está la de estimular la insulina y reducir el glucagón, con lo cual se reduce la glucosa en sangre, motivo por el cual inicialmente este fármaco se usaba exclusivamente para tratar a pacientes diabéticos, pero además se descubrió que actúa sobre los receptores del cerebro que controlan el hambre. Es capaz de “engañar” a nuestro cerebro haciéndole creer que ya hemos comido, inhibiendo la sensación de hambre. Convirtiéndose así en una herramienta más para conseguir reducir el peso corporal.

Aunque hay diversos estudios que hablan de este tipo de fármacos, hace un año se publicó un ensayo entre casi dos mil personas combinando el uso de este tipo de fármacos con ejercicio. Aleatoriamente se escogió a adultos con obesidad, pero sin problemas de diabetes, y se les dividió entre cuatro estrategias, combinando el uso del fármaco más actividad habitual, de placebo más actividad vigorosa, del fármaco más programa de ejercicios y otro de placebo más actividad habitual; y al cabo de un año se vio que la combinación más efectiva para perder peso fue la combinación del fármaco con el ejercicio más vigoroso. Esto es un buen resultado sobre todo de cara a personas a las que sabemos que les cuesta verdaderamente conseguir una pérdida notable de peso.

También hay que decir que si posteriormente se retira el fármaco y se reduce la rutina de ejercicios el individuo con total seguridad recupere esa pérdida de grasa, por lo que podemos destacar que, si no se resuelven los problemas de base con la combinación de alimentación y práctica de ejercicio, ningún fármaco va a venir a solucionarnos los problemas. El uso de estos fármacos puede ser útil como herramienta no quirúrgica sí, pero no va a ser la solución definitiva.

Este fármaco de uso diario que antes se administraba de manera subcutánea pero ahora ya también por vía oral, está indicado para pacientes con obesidad, es decir, con un IMC superior a 30kg/m2 o superior, o pacientes con problemas de salud relacionados con el peso (diabetes, niveles anormales de lípidos en sangre…) y debe ser siempre prescrito por un profesional de la salud.

Si su uso no es el debido, en cuanto a efectos secundarios puede causar reacciones gastrointestinales: vómitos, diarreas, acidez estomacal, etc. Así como dolores de cabeza, secreción nasal y/o estornudos. Otro dato que reseñar es que no hay suficientes estudios que respalden el uso de estos fármacos a largo plazo, hay poca experiencia en pacientes de más de 75 años, con problemas de riñón o de hígado, o con problemas de páncreas. En el caso de pacientes con insuficiencia cardiaca grave o con problemas graves de estómago o de intestino se desaconseja su uso.

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Resumen

Como conclusión podríamos decir que este tipo de fármacos, usados, repito, siempre bajo la supervisión de un profesional de la salud y durante un período aproximado de entre 6 a 12 meses continuados, como he comentado antes, puede ser de ayuda en el caso de pacientes que necesiten una gran pérdida de peso, pero no son para nada la solución a un problema que tenga de base una mala nutrición y una vida sedentaria. Su uso debe de ir acompañado de una mejoría de hábitos, ya no sólo para perder peso, sino con el objetivo de mejorar nuestra salud en todos los aspectos. Si esto no fuese así, estaríamos predestinados a sufrir un efecto rebote.

Por si quedase alguna duda adjunto aquí el prospecto de Saxenda.

 

Fuentes

Lundgren, J. R., Janus, C., Jensen, S. B. K., Juhl, C. R., Olsen, L. M., Christensen, R. M., Svane, M. S., Bandholm, T., Bojsen-Møller, K. N., Blond, M. B., Jensen, J.-E. B., Stallknecht, B. M., Holst, J. J., Madsbad, S., & Torekov, S. S. (2021). Healthy weight loss maintenance with exercise, liraglutide, or both combined. The New England Journal of Medicine384(18), 1719–1730. https://doi.org/10.1056/NEJMoa2028198

 

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